domingo, 9 de agosto de 2009

Murió París (Versión Prosa)


Murió París (Versión Prosa)


Fue el cuento que alguna vez soñamos juntos, donde se desgastaron nuestras plumas y sin querer se encontraron. No coincidimos en analogías pero sí en mágicas ciudades, que recorríamos cada noche y cada día al charlar nuestras soledades. La confianza, el desatino, las palabras…. Fueron el vínculo de lo que alguna vez estuve orgullosa.
Y sin embargo, hoy me siento perdida. Se me acaban las palabras, no puede expresar más desconcierto éste cielo dudoso. Las sombras impregnada de quién sabe qué cosas te han alejado, una distancia silente y dolorosa.
Pienso en París, en tardes de penumbras, en risas de soles y en lluvias en que nos abrigábamos, pienso, sólo pienso y escribo. No me hacen falta metáforas ni “presumismos”, no me interesa ahora la gramática de lo que escribo, sólo escribo para disipar ésta duda que quema por dentro, hasta hoy…
No puedo encontrarte vencido, no hay respuestas que aliviane éste quejido que se hace ensordecedor en el silencio y aturdidor en el tumulto, que se avecinan mirando perplejos la sabiduría de lo no dicho, cual lastimera y vengativa pende de un hilo, al que llamaré injusticia. Injusticia por lo vivido, por hacer las cosas sin motivos y creer que el otro comprenderá sin razonamientos tu conjunto emotivo, que se pierde entre los ruidos de la muchedumbre haciendo del curso en que vivo, las nostalgias de una noche.
Ha muerto París, y miro su entierro con lágrimas abnegando en mis ojos. Ha muerto París y no lo comprendo. Ha muerto París…

Natalia Ruth Espinosa.