miércoles, 3 de marzo de 2010

Pensé que era un ángel...

Encallada en sus sueños, no supo buscar con ahínco. Rodeó mil costas en penumbras tratando de vislumbrar ilusiones marchitas para convertir canciones de sumisión al destino. Hoy las páginas de los libros no tienen memoria y aquellas imperecederas letras parecen haber sido borradas del tiempo.

Se manifiestan recuerdos, una salvajada de visiones borrosas, una más que la otra. Sus ojos se han apagado, ya no tienen el brillo de la inocencia, sólo difiere en el camino lo volátil, aquello que nos provoca sólo una felicidad efímera… no cree en lo eterno. Sus manos, capullos de algodones despedazados, se refugian en tan sólo un tarro de agua y aceite de almendras para revivir ese tacto que siente muerto. Su cabello envuelto en rizos mustios que cuelgan frágiles desde su cabeza, casi blancos, casi puros, casi ninguno…

Sus piernas retoñaban la fuerza que tenía desde joven, estilísticas, elegantes y ahora no soportaban más que esas memorias al dar un paso lento.

Y su cuerpo repasaba melodías que nunca supo enteras y aún así la añoranza pesaba en cada hálito de su piel envejecida del ocaso.

Pero su corazón negado resistía, latía resistiéndose a dar por final una vida sin haber descubierto un tesoro en el mundo, negación acaso por simpatía.

Un día, de esos que suenan ya demasiado trillados, se iluminó su pecho, se iluminó cada rincón vacío de su vida, pensó que era un ángel que buscaba aquella esencia que compartía con un ser que nacería pronto y se entregó sin más, sin fuerzas… remembranzas de días.

Pensé que era un ángel, cuando contó la historia, pensé que realmente se moría, pensé que no había más oportunidades que las que había dejado pasar en sus tiempos pero me equivoqué, pensé que era un ángel y quizás sea el amor de su vida.

Se despidió sin despedidas, un único lugar para eso eran los entierros, se moría pero nunca se quedó sin vida y ni siquiera hoy que han pasado 21 años lo comprendo…



Natalia Ruth Espinosa

10/02/10









2 comentarios:

  1. Hola Natalia. Gracias por tus palabras.

    Quizá si es enojo, pero me gusta llamarlo más vida, experiencia.. una historia que crece, desarrolla y muere.

    La invito a participar del reto. Está muy divertido.

    http://loscaballerosdeladamadecristal2.blogspot.com/

    Espero tu participación.

    Saludos
    hannibal

    ResponderEliminar